sábado, 25 de abril de 2009

La izquierda mexicana en los 60 y 70 en México (2).

En México tuvimos dos presidentes que fueron agentes o informantes de la CIA, en pleno marco de la guerra fría. Ambos tuvieron como característica fundamental, seguir incondicionalmente los lineamientos de la CIA y los Estados Unidos en materia de seguridad.


Como lo ha señalado José Luis Piñeyro, un experto del ejército mexicano, la creación de fuerzas especiales para el combate a la guerrilla en México inició tempranamente en 1962, cuando estaba aún fresca la revolución cubana. El entonces Secretario de Gobernación, Gustavo Díaz Ordaz, fue un informante de la Agencia Central de Inteligencia del gobierno norteamericano.


Tanto norteamericanos, cómo franceses, había aprendido de enemigos como el Frente de Liberación Nacional de Vietnam y del Frente de Liberación Nacional de Argelia. La estrategia contrainsurgente basada en el genocidio, la guerra de baja intensidad, el establecimiento de políticas de desarrollo y asesoría policial.


El carácter anticomunista y violento de Díaz Ordaz, no es extraño a su afiliación a la CIA. Diversos opositores políticos como Othon Salazar mostraron el crácter autoritario, vengativo y enfermo de Díaz Ordaz, para quién el peor desafío era que se cuestionara a la autoridad. Díaz Ordaz fue el operador del asesinato de Rubén Jaramillo, la represión a maestros, médicos y tolerancia a los asesinatos de caciques locales. Seguidor de él y agente de la CIA también fue Luis Echeverría Álvarez. Quién también protagonizó represiones como la del 2 de octubre de 1968 y la del 10 de junio de 1971.

La falta de capacidad del gobierno, para canalizar las demandas sociales de una mutante sociedad mexicana que había pasado en dos décadas de ser un país rural y agrario a un país industrial y urbano, provocó el choque del régimen contra dos sectores importantes de la sociedad: El movimiento campesino y el movimiento profesional de clase media.



La izquierda mexicana había avanzado en ambos sectores y tenía una presencia que si bien no le permitía dirigir directamente a estos sectores, tenía una fuerte influencia, acicalada con la represión y la cerrazón gubernamental.



La represión sobre los levantados el 23 de septiembre de 1965, en la zona norte de Chihuahua, persistió en muchos puntos de la geografía del país. Los campesinos tenían la tierra repartida por Cárdenas, pero se montaba sobre ellos redes de comercialización voraces y depredadoras, así como empresas basadas en una impunidad de caciques locales.

La lucha por demandas locales culminaba con la criminalización de los líderes que no habían podido ser coptados por el régimen. El mecanismo, tan burdo como repetitivo fue la de meter entre los manifestantes agentes del gobierno y abrir fuego para posteriormente inculpar a los líderes sociales de la violencia.


Esto sucedió en los acontecimientos de Chilpancingo en 1960, el 18 de mayo de 1967 en Atoyac de Álvarez en Guerrero, el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y luego el 10 de junio de 1971.


En estos casos fueron los antecedentes directos de levantamientos locales y nacionales. Los sucesos de Chilpancingo precipitaron el levantamiento de la Asociación Civica Guerrerense que encabezaba el profesor normalista Genaro Vázquez Rojas quién tras los sucesos fue remitido a prisión acusado de las agresiones que cometieron policías judiciales. Vazquez Rojas será liberado por un comando armado el 22 de abril de 1968, remontándose a la sierra para fundar la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, una de las primeras guerrillas rurales socialistas de México.La ACNR actuará en la sierra de guerrero de 1968 al 2 de febrero de 1972 cuando Vázquez Rojas muere en un accidente en mil cumbres, Michoacán.


Los sucesos de Atoyac, levantarán una guerrilla con base social en la sierra de Atoyac en Guerrero. Lucio Cabañas Barrientos encabezará la guerrilla denominada Brigada de Ajusticiamiento del Partido de los Pobres. El levantamiento desafió al ejercito mexicano entre 1971 y 1974 cuando logran liberar a Rubén Figueroa y matan a Lucio Cabañas en el Otatal, muy cerca de Tecpan de Galeana, Guerrero.


De manera paralela, la matanza de estudiantes en 1968, tendrá entre los movimientos armados, dos vertientes de respuesta. El MAR conformado por estudiantes mexicanos en el extranjero y los estudiantes en el país, que conformaron varias organizaciones, el mayor núcleo fue el de la Liga Comunista 23 de septiembre.


La izquierda había sido arrinconada entre los regímenes de Miguel Alemán y Díaz Ordaz. Una buena parte del trabajo político de la izquierda se configuró en las universidades públicas, por lo que la izquierda mantenía presencia en la universidad nacional y en las universidades estatales, tecnológicos, normales y educación media superior. En este trabajo se había avanzado en ideas en torno a la democratización de la universidad y los cambios en la orientación científica de las mismas. La derecha electoral dentro de la universidad, había sido desplazada por una izquierda que planteaba la democratización de los órganos de gobierno universitarios y de cambiar los programas y contenidos de estudio.


La respuesta del gobierno al sector medio profesional en México que inició en 1965 con el aplastamiento al movimiento médico y luego con la ocupación de la Universidad Nicolaíta de Michoacán, se refrendaría con el trato dado a los estudiantes durante el movimiento estudiantíl de 1968. El movimiento de democratización más importante de la segunda parte del siglo XX, fue liquidado de la misma manera como habían sido aplastados los movimientos cívicos en 1960 y el movimiento de Cabañas en 1967. Díaz Ordaz giró instrucciones al Gral. Gutierrez Oropeza para colocar francotiradores de entre los miembros del Estado mayor presidencia y destacamentados en el Batallón Olimpia. Paralelamente ordenó al Gral. García Barragán avanzar y cercar el mitín de la plaza de las 3 culturas en Tlatelolco, Ciudad de México, con el "fin" de disolverlo. Al entrar el Batallón de Paracaidistas, comandado por el Gral. Hernández Toledo, los miembros del batallón Olimpia dispararon contra el propio ejército mexicano para simular que los estudiantes habían atacado al propio ejército. Es obvio que tamaño complot debió llevar a Gutierrez Oropeza y a los mandos del Batallón Olimpia a juicio militar, lo mismo que al autor intelectual Gustavo Díaza Ordaz y a las autoridades que fueron cómplices, Luis Echevarría Álvarez.


La respuesta estudiantíl se produjo tempranamente en diciembre de 1969 con la irrupción del Frente Urbano Zapatista en acciones armadas en la Ciudad de México y en la conformación del Movimiento de Acción Revolucionaria, MAR entre estudiantes mexicanos que estaban becados en la Universidad "Patricio Lumuba" de Moscú. Estos estudiantes por iniciativa propia y sin el apoyo de la URSS viajaron a Corea, dónde concertaron con las autoridades del norte, el entrenamiento militar de más de 50 jóvenes mexicanos que vendrían al país a levantarse contra el gobierno.

El MAR inició sus operaciones antes de 1971, lo mismo que el Frente Urbano Zapatista. A finales de 1970, se encontraba en Michoacán realizando acciones armadas.


El 10 de junio de 1971, el gobierno refrenda sus tácticas contra los movimientos sociales. Masacra con un cuerpo paramilitar entrenado por el Estado mayor presidencia a los estudiantes que se manifestaban en San Cosme, en la Ciudad de México. A través del militar Manuel Díaz Escobar.


Si la guerrilla estudiantíl había sido hasta ese momento, un fenómeno aislado disparó la decisión de un grupo de jóvenes que procedían de las Juventudes Comunistas de México y el Movimiento Estudiantíl Profesional MEP para configurar una organización nacional que se sublevara. Esta organización fue animada por Los procesos que eran dirigidos por Raúl Ramos Zavala y por Ignacio Arturo Salas Obregón. A ellos se fueron sumando diversos grupos como los "Lacandones", los macías, los enfermos, el CER de Monterrey, el grupo histórico 23 de septiembre, la Federación de Estudiantes Revolucionarios de Guadalajara, los estudiantes de la Federación de Estudiantes Universitarios de Sinaloa y muchos más. Entre 1971 y febrero de 1973 se llamaron Organización Partidaria y a partir de marzo de 1973 Liga Comunista 23 de septiembre.