domingo, 27 de septiembre de 2009

domingo, 30 de agosto de 2009

La izquierda frente a Enrique Peña Nieto.

Enrique Peña Nieto, el represor de San Salvador Atenco, va a la cabeza de las preferencias electorales en la última encuesta de la empresa ISA. No obstante que López Obrador es un personaje que ocupa el segundo sitio nacional en esa encuesta, la izquierda mexicana electoral bajó al 14 % de las preferencias electorales en el país. Lo preocupante es que la campaña sucia no solo ha disminuído al candidato de la izquierda, mientras que el hijo preferido de Atlacomulco, goza de todo el apoyo de los grupos hegemónicos del país.

Peña Nieto y Angélica Rivera.

La pregunta que tendríamos que lanzarles a los miembros del movimiento lopezobradorista, a los de la Otra Campaña, a la Coordinadora Nacional de lucha Contra el Neoliberalismo, es ¿Qué harán frente a la aplanadora electoral que prepara Peña Nieto, el PRI, los medios de comunicación, para detener otra década de un desastre nacional?

La realidad en nuesto país es compleja. Un narcotráfico galopante que no sólo golpea a miles de miserables que han buscado cómo sobrevivir, sino a los campesinos que tienen que resistir el único gobierno que opera en sus zonas dominadas por el crimen organizado. ¿Autodefensas contra los narcotráficantes en el medio campesino? O ¿Asimilación al rumor que conceptúa el problema como un narcotráfico insurgente? ¿Cuál es la posición de la izquierda ante tal situación de cosas?

Con un López Obrador disminuído ante los ataques mediáticos y la desinformación. ¿Qué hará el subcomandante Marcos? ¿Avanza quizás la guerrilla activa? Mientras que al parecer la opinión generalizada es salir de esta como sea, aunque lo que sea sea el PRI. ¿Qué nos espera con Peña Nieto? ¿Cómo se responderá a este momento? ¿Con fatalismo?

martes, 11 de agosto de 2009

La izquierda en el nuevo milenio

Sin la izquierda mexicana sería imposible pensar los grandes cambios del México contemporáneo. La transición democrática iniciada entre 1996 y 1997 con la reforma electoral y la ciudadanización del IFE fue un frente entre la derecha y la izquierda, para remover al régimen de partido hegemónico. Fox no llegó solo en el 2000, la izquierda estuvo presente a través del voto útil, sin embargo Fox traicionó la transición democrática y con ello canceló los avances logrados en tan solo media década.

A diferencia del Frente Popular español, como respuesta a la CEDA, derecha española durante la República, la izquierda mexicana no pudo configurar un gran frente electoral que derrotara a la derecha a finales de los años 90. Esta imposibilidad de tejer una fuerte alianza entre la izquierda social y la izquierda electoral, ha sido una de las grandes trabas a inicios del milenio.

Marcha de la otra campaña

El EZLN no pudo ir más allá y no pudo revertir la cancelación de los acuerdos de San Andrés Larrainzar. Ni con la VI Declaración de la Selva Lacandona, pudo configurar un gran frente social que pudiese revertir el avance de la derecha. La "Otra" fue el intento más serio para intentar configurar una izquierda independiente, una fuerza social que fuese capaz de revertir la embestida neoliberal en el país. Ese intento sin embargo fue incapaz de detener el avance de la derecha y su consolidación en el gobierno. Marchó a la cola, al final del movimiento de masas más importante en esta década, deslindándose pero sin comprender que una parte importante de las masas estaba al seno del lopezobradorismo.

Represión en San Salvador Atenco, Estado de México.

La derecha pudo golpear por separado a la "Otra" que había apoyado a los campesinos en Atenco, sin que el lopezobradorismo hiciera frente con los reprimidos. Atenco fue presa de un linchamiento fraguado desde las altas esferas del poder por el priísmo de Atlacomulco y Peña Nieto y por el foxismo.

Al mismo tiempo que la derecha atacaba al lopezobradorismo, preparaba la represión en el Estado de Oaxaca. La "Otra", el pueblo de Oaxaca como componentes de la izquierda social, terminaron separándose del movimiento lopezobradorista, lo que implicó que los movimientos de masas que luchaban en contra de una derecha unida electoralmente, no presentaron un frente, sino que se dispersaron en intentos diferentes.

La izquierda electoral enfrentó con un gran movimiento de masas las medidas antidemocráticas de la derecha. Pero no se pudo empatar las causa del pueblo oaxaqueño con la causa de Atenco. Desconfiando unos con otros, se movieron por separado.

Marcha contra desafuero de Andrés Manuel López Obrador, es indudable que el lopezobradorismo fue una fuerza de masas.

La izquierda mostró no sólo su capacidad de movilización de masas, sino su capacidad de resistencia. Los esfuerzos fueron inútiles porque la izquierda electoral jaló separada de la izquierda social, cada una por su lado, sin presentar un solo frente. A estas alturas, ninguna de las dos pudo impedir el encumbramiento de la derecha en el poder a través del fraude electoral. En México, se dejó escapar las condiciones de modificar el entorno político adverso para la izquierda.

Derrotado el esfuerzo para revertir el fraude electoral, la derecha atacó militarmente la resistencia del pueblo oaxaqueño y redujo el movimiento a través de la represión. Ni la enorme capacidad de resistencia mostrada pudieron impedir el aplastamiento.

Manifestante resiste en Oaxaca

A diferencia de Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Brasil , Ecuador y Argentina, la izquierda mexicana no pudo en esta década de inicios de milenio, revertir el frente de la derecha de maner unificada. La derecha ha mostrado gran unidad en momentos específicos, mientras que la izquierda ha planteado un abanico de opciones.

La transición es una tarea pendiente en el que la izquierda, golpeada y sumamente atomizada se ha debilitado. Sin la izquierda mexicana es muy difícil lograr los equilibrios que el país necesita y meter la presencia de las clase más necesitadas.


sábado, 18 de julio de 2009

La izquierda social en los 80 y 90, su disociación antes de la Reforma electoral.

La izquierda electoral, nunca debería olvidar, que los grandes cambios en el régimen no fueron producto, ni de su organización política, ni de sus gestiones partidarias y legislativas. Este es el olvido que ha venido descuidando que la única posibilidad que tiene la izquierda electoral actual es resarcir su alianza con la izquierda social y con la propia sociedad mexicana en su conjunto.

Por ello se deben recuperar las grandes luchas sociales del siglo XX. El movimiento ferrocarrilero en 1958 con su bandera de libertad sindical y respeto a los derechos laborales de los trabajadores. 1968 con la demanda fundamental de distribución del poder a la sociedad y a sus sectores emergentes. 1978 como la culminación de un Estado que tuvo que reconocer la diversidad política después de una insurrección armada campesina y estudiantíl en todo el país. 1988 como la demanda social de alternancia en el poder, demanda que se ha prolongado en 2006 con el movimiento lópezobradorista, pero también con las luchas por la legitimidad de los gobernantes y la capacidad de los gobernados para revocar los mandatos de quiénes son malos gobernantes como fue el caso de Oaxaca en 2006 y en Atenco en el régimen foxista.

La izquierda social luchó por la independencia sindical de nuevo en 1975-76 en relación al movimiento electricista y luego en la oleada de protestas entre 1982-1985 contra el ataque a los salarios de los trabajadores por el neoliberalismo.

En 1985 en la articulación del movimiento urbano popular, tras el terremoto del 19 de septiembte de 1985 y posteriormente en la defensa de la educación pública en 1986 con la huelga del CEU y en 999 con la huelga del CGH.

En 1994 con la insurrección zapatista en Chiapas y las movilizaciones por los derechos y la cultura indígena.

En buena medida, la división actual de la izquierda y su crisis actual obedece al olvido que se ha tenido en el trabajo necesario en la izquierda social y al distanciamiento que el PRD ha marcado con movimientos sociales como Atenco, Oaxaca y el de muchos otros puntos del país.

Los chuchos no son otra expresión que la relación perversa de una izquierda acostumbrada a aclientelar, a utilizar y a querer manipular a la izquierda social, para posteriormente capitalizarla en favor de procesos de negociación y posicionamiento político para acumular poder. Este tipo de relación, es la que más daño le ha hecho a la izquierda electoral, pues es vista, con toda razón con desconfianza por los sectores sociales.

La fractura entre la izquierda social y la izquierda electoral, el intento de la segunda de mantener una relación para utilizar a la primera, es en buena medida la explicación de porqué se ha producido una ruptura y un ahondamiento de diferencias, que favorece sobre todo el encumbramiento del centro derecha y la derecha de nuestro país.

La izquierda ha sido la pieza clave en los cambios nacionales, pero parece que no son conscientes de ello. Mientras que en la España republicana la izquierda derrotó a la derecha en el siguiente periodo, en México, existe una notora incapacidad de la izquierda para formar un gran frente nacional que modifique la situación actual.

viernes, 12 de junio de 2009

La izquierda electoral en los 80 y 90, la izquierda electoral actual

Izquierda electoral marginal inicios de los 80.

La fusión con el movimiento de liberación nacional INDEPENDIENTE.

Logo del PSUM

Lo que la izquierda electoral es hoy, proviene de los grandes campos del escenario electoral en los años 80 y 90. Al inicio, la izquierda electoral era una fuerza marginal que no competía con el partido hegemónico y no constituía una amenaza real. Dispersa en el Partido Socialista Unificado de México PSUM, en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (sin registro), en el Partido Socialista de los Trabajadores (colaboracionistas), el Partido Mexicano de los Trabajadores (que perdía fuerza) y desde luego la OIR-LM ahora convertida en el Partido del Trabajo.

La única posibilidad de crecimiento se agotaba, la fusión entre partidos a mediados de los 80 se había ejecutado la última gran fusión con el PMT, dándo como origen el Partido Mexicano Socialista, fuerza aún muy marginal en el terreno electoral. esta fusión agotaba el recurso, el Partido Comunista había logrado al fin fusionarse con el Movimiento de Liberación Nacional, después de muchos años de noviazgo. Este matrimonio preparó el terreno para completar el gran frente del nacionalismo revolucionario que terminaría con la creación del Partido de la Revolución Democrática.

cisma en el pri, se desprende el nacionalismo revolucionario contra el neoliberalismo.

Cuauhtemoc Cárdenas Solorzano

El Partido Acción Nacional, ahora en el poder, quiere abusar de las falacias y el sentido común al indicar que el Partido de la Revolución Democrática es una continuación del PRI. Esta operación simplista y por demás ahistórica no tiene en cuenta el desarrollo político de la crisis del Régimen mexicano de partido hegemónico.

Los desprendimientos del PRI son consecuencia de diferencias al seno del régimen, que se producen por la larga crisis del Estado mexicano iniciada en 1968 y luego con la insurrección amarda entre 1967 y 1975. La clase política asimilada a la hegemonía priísta, tuvo al frente, en los años 80, los violentos cambios de una diversificación de la demanda mundial de mercancias, que desestructuraron el modo de producción fordista (línea de producción) y con ello los Estados de seguridad construídos en la lógica de la guerra fría y de las políticas de bienestar instrumentadas entre 1930 y 1975.

Desplazados los sistemas fordistas que provenían de la industrialización mexicana, la clase política del PRI hegemónico se dividió entre los que buscaban como estrategia la flexibilización y la apertura de fronteras y quienes se afincaban en el sistema desarrollista que había sido el proyecto nacional del PRI en las décadas anteriores. Entre los neoliberales del PRI y entre los nacionalistas revolucionarios dentro del mismo partido.

La expresión de estas contradicciones precipitaron el cisma priístas en 1976, con el desprendimiento de la corriente democratizadora del PRI y luego con la conformación del Frente Democrático Nacional. La ruptura entre el neoliberalismo y el nacionalismo revolucionario ex-priísta.

Pero el PRD no se conformó sólo del desprendimiento priísta, recordemos que aunque marginal la izquierda electoral tiene su origen en la reforma política de 1978 y en el único registro que pervivió de esa reforma, el registro del Partido Comunista Mexicano que se transformó sucesivamente en PSUM y posteriormente en el PMS.

Logo del Partido de la Revolución Democrática

Gran frente neoliberal y configuración de la izquierda electoral nacional.

La ruptura de 1976 con el posterior enfrentamiento de 1988, cambió el escenario electoral de nuestro país. La derecha y la izquierda mexicana se vieron afectadas por el desprendimiento en el PRI. El nacionalismo revolucionario buscó el frente con la izquierda, encontrándola en la dimisión de Heberto Castillo en favor de Cuauhtemoc Cárdenas en 1988 y en la transformación del Partido Socialista de los Trabajadores en el Partido del Frente Cardenista de Recontrucción Nacional (Chuchos) .

Logo del PFCRN

La derecha se vio afectada también, pero se lo calla. El salinismo encontró en la alianza con Acción Nacional, el contrapeso a la pérdida del nacionalismo revolucionario dentro del partido. Acción Nacional traicionando su carácter de oposición, se convirtió en el operador y en el aliado más cercano al régimen de los neoliberales priístas, terminaron a la larga y hasta nuestros días configurando un frente neoliberal. Este frente ha operado en varios momentos, el salinismo cedió al PAN las gubernaturas, en contraparte a las que ganó el PRD. Operó cuando se votó a favor de elevar el IVA al 15 %, en la conformación del FOBAPROA y el IPAB, los panistas han sido también continuadores de las políticas priístas y continuadores del régimen político neoliberal al que no le han formulado cambios sustanciales.

Carlos Salinas De Gortari con Diego Fernández De Ceballos, el Gran Frente Neoliberal nacional contra la izquierda y la democracia en el Pais.

Contra el gran frente neoliberal, la izquierda se fragmentado en varias fuerzas. La más importante, configuró la izquierda electoral nacional con el PRD, a la que se han venido adscribiendo todas las fuerzas que han cedido a la estrategia de toma de poder a través de las elecciones.

Frente al PRD, el PRI ha fortalecido su alianza con el PAN para impedir toda posibilidad de alternancia democrática contra el PRD. El Gran Frente Neoliberal fue el beneficiario de la alternancia en el poder experimentada por Fox y este gran frente es el que cerrará el paso a la alternancia con Andrés Manuel López Obrador

domingo, 31 de mayo de 2009

La izquierda mexicana en los 60 y 70 en México (4 y última)

Jesús Reyes Heroles fue indudablemente un cuadro muy importante para el Estado mexicano. Al iniciar el gobierno de López Portillo, con la derrota guerrillera y la emergencia del movimiento obrero independiente, se dio a la tarea de normalizar la sublevación mediante la reformulación del sistema de partidos que mantenía el régimen. Entre 1976 y 1978 se discutió una reforma electoral que incluyese y diese legalidad política a los nuevos actores políticos que venían desde los 40 y desde el 68.

 

Heberto Castillo líder del PMT

Los aperturos del 68 se habían conformado en la Asamblea Nacional de Organización y Auscultación. Recordemos el papel de Heberto Castillo al condenar a los estudiantes el 10 de junio, ante su frustración por pactar la "Apertura democrática" con el régimen echeverrista. La ANOA se dividió en dos grupos y en torno a dos cabezas: Rafael Aguilar Talamantes y el Ing. Heberto Castillo. El primero pactó y apoyó la candidatura de López Portillo, queriendo verse beneficiado por el régimen con el registro electoral, conformaron el Partido Socialista de los Trabajadores PST que es el antecedente político de los actuales "chuchos" del PRD. La propia izquierda denunció y se distanció del colaboracionismo del PST que mantenían una ideología política derivada del Movimiento de Liberación Nacional cardenista de los años 50. Heberto por su parte, trabajó en la creación del Partido Mexicano de los Trabajadores PMT, junto a la figura de Demetrio Vallejo, el lider ferrocarrilero del 68, configuraron el nuevo partido.

 

En los 70, paralelamente a la guerrilla, sin plantear la lucha armada, emergieron grupos políticos estudiantiles, que siguieron estando conformados por profesores. Fue el caso de Punto Crítico, y también las agrupaciones trotskistas como el Grupo Comunista Internacionalista GCI, seccional mexicana de la IV Internacional mandeliana y otros grupos troskistas como la Liga Comunista Internacionalista LCI, Rojo y el periódico Clave. Bajo el liderazgo de Manuel Aguilar Mora, estos grupos terminaron conformando el Partido Revolucionario de los Trabajadores PRT.

 

Dentro de la izquierda universitaria permanecieron grupos como el Partido Mexicano del Proletariado PMP, el Grupo de Izquierda Revolucionaria GIR encabezado por Julio Mogel y al que perteneció su ex-pareja Rosario y el hermano de ésta Francisco Robles. Los grupos espartaquistas como el de Espartaquismo Integral Revolución Articulada EIRA de Enrique González Rojo y los restos de la propia Liga Comunista Espartaco. A finales de los 70, estos grupos articularían un grupo llamado la Organización de Izquierda Revolucionaria-Línea de Masas que es uno de los antecedentes de lo que hoy conocemos como el Partido del Trabajo. PT.

 

Por su parte el maoísmo se movió en dos polos: El Frente Popular Independiente FPI, en una de cuyas escisiones surgió el Frente Popular Revolucionario FPR . El FPI ha sido acusado de haber sido infiltrado por la Secretaría de Gobernación y de haber utilizado a muchos de sus miembros como agentes, de recibir financiamiento de políticos como Raúl Salinas de Gortari. Este grupo configuró una sucesión de organizaciones como los Comités Estudiantiles Por la Organización del Movimiento Estudiantil CEPOMES, que posteriormene se transformaron en la Unión Por la Organización del Movimiento Estudiantil UPOME y finalmete los Grupos Promotores de la Organización Estudiantíl GPOES. En los 80, estos grupos se denominaron MRP (Movimiento Revolucionario Popular).

 

El Partido Comunista Mexicano por su parte, que había participado como fuerza independiente en las elecciones de 1976, consiguio el registro en 1979. A partir de 1979, viendo la situación difícil de remontar a un PRI nacional con toda la fuerza del Estado, el PCM buscó la alianza con fuerzas regionales y escisiones que se habían producido dentro del propio PC.

 

En Nayarit la vieja izquierda lombardista había tenido una ruptura por la decisión de base en apoyo a Gascón Mercado y la maniobra del presidente nacional al que le dieron una senaduría por ceder el probable triunfo de Gascón en Nayarit. Sobrevino la escisión y Gascóm conformó el Partido del Pueblo Mexicano.

 

Desde la izquierda lombardista PPM, el Movimiento de Acción y Unidad Socialista, MAUS que se convirtió en el Partido Socialista Revolucionrio; así como desde el movimiento sindical que venía de la Corriente Democrática del SUTERM, el Consejo Sindical y posteriormente el Movimiento de Acción Popular MAP (Woldemberg, Rolando Cordera, los del SUTIN y otros) terminaron entablando pláticas para conformar un nuevo partido. El Partido Comunista Mexicano se disolvió para fundar el Partido Socialista Unificado de México. La suerte de la izquierda hacia las elecciones, cobró nuevo brío.

 

El PSUM terminó consolidando a la izquierda en el régimen electoral, suerte que no corrió ni el trostskismo con el PRT, ni los aperturos del PMT, aunque el PST si lo consiguió, LA DERECHA del movimiento sinarquista fracasó con el Partido Demócrata Mexicano que consiguiendo el registro, luego lo perdió.

 

Arnoldo Martínez Verdugo PCM

De tal forma, el Partido Socialisa Unificado de México PSUM será la base para en posterior alianza con el PMT se formase el Partido Mexicano Socialista y posteriormente en alianza con el Frente Democratico Nacional (Cárdenas-Muñoz Ledo), el propio PST (Ahora llamado Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional PFCRN) A finales de los años 80 formaron el que conocemos hoy como el Partido de la Revolución Democrática PRD.

sábado, 23 de mayo de 2009

La Izquierda mexicana en los 60 y 70 en México (3)

En 1975 la derrota guerrillera era ya un hecho. Genaro murió en un accidente automovilístico en la carretera de mil cumbres, Michoacán en 1972, ese mismo año Raúl Ramos Zavala fue asesinado a tiros por la policía del DF en la Colonia Roma, en 1974 Ignacio Salas Obregón fue aprendido en Tlanepantla y desaparecido. Lucio Cabañas se suicida en el Otatal, Guerrero y muchos de los miembros de la guerrilla deciden regresar a la vida civil en un proceso que se conoce como La rectificación.


Paralelamente entre 1975 y 1979 irrumpe un movimiento obrero independiente. Entre 1975 y 1976 el inicio comienza con la fusión de los sindicatos electricos del país en el SUTERM, Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana. El dirigente electricista, Rafael Galván encabezó un movimiento masivo que llevó a las calles de la Ciudad de México a más de 400,000 electricistas. Desde 1968, no se había visto una marcha de opositores al gobierno de esa magnitud. La tendencia democrática pedía la democratización sindical y el respeto a la libertad sindical. Las movilizaciones en esta ocasión fueron acompañadas por miles de estudiantes y otros trabajadores. El gobierno ya no se enfrentaba con estudiantes, sino con la clase obrera.


De forma Paralela, miembros del Frente Auténtico del Trabajo, una organización social cristiana de izquierda, tenía exito en su empresa de generar movimientos independientes. Huelgas como Spicer, la del Sindicato de la UNAM, iniciaron lo que después serán los movimientos de sindicalización libre entre los trabajadores del gobierno, como las de Hospital General y los trabajadores del Departamento de Pesca. Esta oleada de insurgencia cierra con dos movimientos muy importantes, el movimiento de los mineros de Nacozari y la creación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE que resumía las movilizaciones de los CCL, Comités Centrales de Lucha del Magisterio.


Aunque algunas huelgas culminaron en represión, como la ocupación de las instalaciones electricas en 1976, el gobierno tuvo que dar muchas concesiones a los electricistas. Movimientos como Spicer, Hospital General fueron reprimidos por los charros y el gobierno mediante la tortura y el aprisionamiento de dirigentes. Pero en otros lugares como los nucelares SUTIN, Pesca SUTDP, el Sindicato de Tepepan, las organizaciones lograron sobrevivir. Las manifestaciones del 1° de mayo en el Zócalo dejaron de ser la fiesta de agradecimiento al Presidente, núcleos de trabajadores protestaron en pleno Zócalo capitalino y frente al Presidente.



Fue este ambiente, en que preparará las condiciones para que en 1978, el régimen priísta se vea obligado a dar una primera concesión, la Reforma Política de 1978 que abrió la posibilidad de registro a nuevos partidos y la formación de nuevas fuerzas que expicarán en buena medida la coyuntura de los años 80. En la siguiente entrega conversaremos de ello.