sábado, 8 de noviembre de 2008

LA DERECHA MEXICANA SE INCLINÓ HACIA LA RESTAURACIÓN GIRONDINA.

La independencia y el pacto de las 3 garantías era un intento de salvarse del liberalismo español.

Como España desconoció la independencia, optaron por la Monarquía constitucional.

Fueron derrotados y triunfó la república.

El movimiento de la conspiración de la profesa se movió en contra de la posibilidad de que el movimiento de Rafael Del Riego en España y la primera derrora del liberalismo a la monarquía absoluta terminase con la aplicación de la Constitución de Cadiz de 1812. Iturbide y sus partiarios trataban de impedir la aplicación de los preceptos liberales a la Nueva España. Preferible era independizar la colonia, antes de aceptar el gobierno de una monarquía constitucional. Con el capital político que les daba haber encabezado la consumación de la independencia, los partidarios de Iturbide lo proclamaron emperador.

Fernando VII rechazó la independencia mexicana, de la misma forma que todos sus familiares, Iturbide y su fama, se creyeron suficientes para elevarlo al grado de emperador del Imperio mexicano. Pero aquí, como en la actualidad, la legitimidad que acompaña a un emperador, no son sus deseos, ni los de sus partidarios, Iturbide carecía de legitimidad porque no era miembro de la familia real y por lo tanto carecía del linaje que le da la dinastía. Los mexicanos no habían roto con España para regresar a ser gobernada ni por el linaje de los borbones, ni para ser tutelados de nuevo por los españoles.

Entre los problemas de construcción de un gobierno civil, y la monarquía postiza que proponían los monárquicos mexicanos, la correlación de fuerzas en el país, apostó al Congreso, dónde se erigían las representaciones y al gobierno civil.

La disputa entre el Congreso y el "emperador" culminaron con la derrota de Don Agustín de Iturbide y su destierro, su posterior fusilamiento porque desconocía los decretos que le prohibían regresar.

La derrota de los iturbidistas, deslizó al centro a la derecha, pues ahora las cuestiones de gobierno del país no era la vieja disyuntiva entre jacobinos y girondinos, entre el gobierno civil y la monarquía constitucional, sino la forma de darle al país un proyecto, leyes y una dirección.

El consenso de las fuerzas del Congreso, provenían de la tradición de lucha de la independencia mexicana. Los insurgentes y su larga resistencia en las montañas mexicanas no eran una fuerza que se debía despreciar, el pacto mexicano de las tres garantías que postulaba la unión y la independencia había sido sellada por los insurgentes en el abrazo de Acatempan.

Pero los iturbidistas se habían negado a reconocer a los otros, creían que ellos eran los más aptos para conducir el gobierno del país y en apoyarse en sus intereses para hacerlo. Por ello en la oposición a la monarquía aparecerán los nombres que habían continuado la lucha de Hidalgo y Morelos. Nombres como Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria y Antonio López de Santa Ana.

Lejos de una conspiración masona, como la derecha gusta de presentar. Las lógias son formas naturales de agrupación dentro del liberalismo, aparecieron no sólo en inglaterra, fueron los grupos clandestinos que lucharon por el liberalismo en Francia, en Italia, en España. En México el lberalismo español éstuvo representado por la logia escocesa, mientras que el modelo norteamericano, influyente pues fue el primero en diseñar instituciones civiles en el mundo, propició la lógia yorkina, no sólo como una influencia liberal norteamericana, sino como la forma de meter la mano directamente en los asuntos mexicanos, de parte del gobierno norteamericano.

La restauración monarquica y la recuperación de Nueva España como colonia estuvo vigente en la vida nacional con las expediciones españolas contra el gobierno mexicano. La derrota del monarquismo llevó al gobierno civil y al triunfo de la izquierda mexicana liberal con el gobierno de Guadalupe Victoria.

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