martes, 23 de diciembre de 2008

El nacimiento del Partido Comunista Mexicano y la aparición de la izquierda socialista propiamente dicha.

A diferencia de la historia europea, en México la socialdemocracia no tenía un fuerte arraigo entre la intelectualidad mexicana y tampoco un trabajo consistente de masas. Sólo tras 1917 se formó el Partido Obrero Socialista que tenía una ambigua relación con la socialdemocracia y comenzaba a tener contactos con el movimiento obrero.

Así que el Partido Comunista Mexicano no fue fundado en 1919 por una radicalización de la izquierda socialista de la Socialdemocracia como ocurrió en Rusia, Italia o Alemania, sino por el trabajo de contacto de comunistas internacionalistas como el hindú Le Roy y por intelectuales mexicanos que tenían poco o ningún contacto con la clase obrera mexicana. No obstante respondía a la consigna de trasformar a los Partidos Socialistas en Partidos Comunistas y de prever las condiciones para una futura revolución social en México, la suerte del PCM en sus casi 70 años de historia política fue más bien azaroza, condicionada en un primer momento por su debilidad a pesar de su internacionalismo y posteriormente a la estalinización que lo remitió al apoyo, en algunos tiempos a toda costa, de lo que la burocracia soviética consideró el Frente Popular Mexicano, es decir el Partido de la Revolución Mexicana con Cárdenas.

Tras la desizquierdización del movimiento obrero por los gobiernos priístas conservadores de Ávila Camacho y Miguel Alemán, el Partido sufrió la persecusión política en un ambiente de guerra fría. Reducidos a ser un partido semi abierto, el PCM intentó el trabajo en el movimiento obrero con poco exito. La incosistencia de ese trabajo creo las esciciones como la del POCM en los 50, la de José Revueltas y Guillermo Rousset Banda en los inicios de los años 60. Años en los que nació esa otra vetiente de comunistas mexicanos en el movimiento espartaquista. Primero en la Liga Leninista Espartaco y posteriormente en la Liga Comunista Espartaco. Por su parte el movimiento de Rousset Banda llevaría a la creación de la Asociación Revolucionaria Espartaquista, a la creación del Partido Revolucionario del Proletariado que se transformaría en el Partido Mexicano del Proletariado.

En los años 40 aparecieron dos vertientes de oposición al Partido Comunista Mexicano, la Liga Comunista Internacionalista, de filiación trotskistas y el Grupo Marxista de los trabajadores que se afilió a la oposición no trotskista al estalinismo que se conoce con el nombre genérico de la Izquierda Comunista Internacional. Un grupo crítico, muy agudo, pero que no perduró.

Paralelamente, tras la revolución cubana en México apareció un movimiento nacionalista apoyado por sectores de izquierda del PRI que se adhirieron a los acuerdos de la OLAS. Se trata del Movimiento de Liberación Nacional, al que pertenecieron jóvenes estudiantes de aquél entonces como Heberto Castillo. El apoyo personal del Gral. Lázaro Cárdenas y su eventual retiro, marcó la suerte y el ocaso de ese movimiento.

Un sector que junto al grupo de Rousset Banda y Revueltas, se oponían al estalinismo dentro del PCM y que cobraron auge tras la muerte de Stalin y el proceso de desestalinización en el XX Congreso del PCUS, fue el grupo que terminó dirigiendolo en los 60 y 70, antes de transformarse en Partido Socialistas Unificado de México. PSUM. Este grupo fue el de Arnoldo Martínez Verdugo cuya tendencia fue transformar el Partido Comunista en un partido democrático en favor de la opción electoral en México.

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